Fecha: 12/ Septiembre/ 2010
Hoy estando aquí por la mañana entre actores que ensayan para una obrea de teatro que están montando, se me ocurrió que un buen motivo para iniciar el capítulo puede ser hablar un poco sobre lo que son las promesas importantes que hacemos en algún momento de nuestras vidas, pero es importante aclarar algunas cosas antes de iniciar oficialmente con la reflexión que quiero compartir el día de hoy.
Primero que todo... ¿Qué es un Quip?... Bueno, sin importar mucho lo que en realidad signifique, un Quip para mi es una expresión que suelo decir con regularidad que enmascara un significado muy especial, la cual por su respectiva connotación suelo compartir con ciertas personas.
Como tal, no voy a hablar sobre aquello que pormetí, pero si voy a explicar un poco la historia de dicha promesa para que vean por qué resultó tan importante en su momento, y por qué el día de hoy sigue vigente y presente en mi cotidianidad como para convertirse en uno de los pilares de mi existencia.
Hace algo así como 6 años más o menos, le hice una promesa a una persona a quién aprecio mucho de corazón. Como dije, no diré cual fue la promesa que le hice, pero si les puedo decir que es tan importante que de una u otra manera mi vida está ligada a ella. Después de hacer dicha promesa, hice algo así como una especie de pacto con Dios (Vuelvo y repito lo que dije en el capítulo pasado. El objetivo de esto no es ir en contra de las creencias de nadie, simplemente para este capítulo puntual tiene una connotación especial porque es aquelllo en lo que yo creo y con lo cual pacté esto que es tan especial e importante para mi), en el cual yo le ofrecía mi vida en el plano físico a cambio de poder cumplir esa promesa... es decir, que por favor garantizara mi vida hasta ese momento y que después de haberlo hecho, si gustaba podría tomar mi vida como pago por ello.
La verdadera reflexión se presenta a partir de acá. Hay algo tan importante para mi al punto de ofrecer mi vida a cambio de verlo realizado. El caso es que han pasado 6 años y yo aún mantengo vigente ese vínculo entre esa persona y yo, pese a que la vida de cada uno haya cambiado tanto como para ser algo completamente diferente a lo que fue en un momento (Comenzando porque ya no somos adolescentes y que los años no pasaron en vano, hemos vivido infinidad de situaciones cada uno de nosotros por su lado, y así nos hemos convertido en quienes somos hoy por hoy). El verdadero valor de todo esto es el análisis que cada uno de nosotros podemos hacer sobre las cosas que prometemos o juramos a personas especiales en nuestra existencia. Para mi, una promesa es un lazo sagrado que se hace, no es aquello que el viento se llevará o quedará en las palabras como el saber popular lo expone en algunos de sus refranes.
Yo lo medito y me he dado cuenta que he cumplido la mayoría de las promesas que he hecho, y que me he vuelto más responsable a la hora de hacer nuevos compromisos comenzando a pensar más en lo que tengo y puedo ofrecer en lugar de aquello que creo que puedo llegar a alcanzar. Las promesas que he cumplido han hecho felices a muchas personas y en cierto modo a mi también aunque algunas no en un comienzo.
Hya una cosa que siempre recuerdo que mi padre compartió conmigo. El dijo: "Nadie asume un compromiso que no está dispuesto a cumplir". ¿Qué tanto puede significar algo que está fuera de tus manos como para ofrecer algo que no tienes para que se haga realidad?... quizá no tengo las mejores respuestas para compartir... pero escuetamente para cerrar pero no para dejar inconcluso todo esto que he compartido, me animo a decir para finalizar este capítulo que la reflexión siempre parte de cada quién y que muchas veces damos incluso más allá de lo que no tenemos si en el fondo estamos al menos seguros de que de alguna manera eso es lo que queremos o sentimos que es lo correcto... cosa que no creo que sea ningún pecado.
"Nadie asume un compromiso que no está dispuesto a cumplir"
Cap 2... Fin.
coye burrin un secreto q no sabia, bueno tus reflexiones son interesantes y uno aprende mas de ellas, sigue asi bro exitos
ResponderEliminarMuchas veces dejar que las promesas antiguas "se las lleve el viento" representa una flexibilidad que puede ser interpretada como superación que conserva.
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