jueves, 25 de agosto de 2011

Ley de Shadow: Capítulo 8 - Mis últimas memorias en el Yverdón.


(Si esto fuera una serie, este sería el final de la primera temporada)

Yverdón - 12 años.

Después de la despedida de Wendy y de Valentina, puedo asegurar que las cosas se tornaron un tanto planas durante los meses siguientes. Yo podría hablarles de muchas cosas que pasaron en términos de experiencias de las cuales aprendí, pero dado que la historia no está suscrita propiamente bajo ese objetivo, supongo que podemos pasar un poco más rápido y hablarles de lo que fue el último periodo de estudio en el colegio que me ofreció 9 años de mi historia académica.

Para este momento oficialmente entro a 6to grado y quedo bajo la tutela de una gran profesora al a que de verdad recuerdo con mucha admiración y respeto porque todos los del curso aprendimos mucho más que lo estrictamente académico. Desde un primer momento se puede decir que supo percibir cual era el potencial que cada uno de nosotros poseíamos en distintas áreas y se encargó de enaltecerlo lo máximo posible.

Lo bonito de aquél año sin duda fue el hecho de haber compartido con gente tan maravillosa como lo eran todos mis compañeros, unos más distintos que otros pero todos muy especiales a su manera.

Justo ahora quisiera hacer una pequeña nota con respecto a alguien muy especial para todos los que alguna vez llegamos a estudiar en el Yverdón, ya sean de mi generación o de mucho antes. En 6to grado tuvo lugar un acontecimiento que marcó de por vida al colegio y a todas las personas de ese entonces. Ese fue el día en el que muere el señor Daniel, el conductor del transporte que cubre la ruta del Valle.

Ese día, Daniel se sentía un poco mal, pero cuando llevó a casa a los alumnos de la tarde, lo que supimos fue que él cayó en una especie de malestar general del cual hasta mis amigos en el transporte se dieron cuenta. Al día siguiente... Daniel trae al colegio a los estudiantes del Valle, pero horas después dentro del autobús, Daniel cae padeciendo un pre infarto y es justamente Juancho (El señor de los helados, que Dios también lo tenga en su santa gloria) quien lo escucha y lo auxilia puesto que Daniel en su estado solo alcanzó a dar golpes en el piso del transporte sin poder pronunciar palabras en voz alta. Inmediatamente es llevado al hospital pero lamentablemente horas después fallece.

Recuerdo que de verdad todos nos sentíamos muy tristes por su partida porque hacía 2 días justamente estaba jugando voleibol con nosotros en educación física y nunca pensamos que se tendría que ir así. También aunque no muchos lo dijéramos en voz alta, nos sentíamos bastante mal por la señora Rosaura y por  sus hijos porque... Bueno creo que no soy el más indicado para explicarlo. El caso es que creo que muchos de nosotros desde allí comenzamos a comprender lo que la muerte representaba y lo fácil que podía venir sin que nos diéramos cuenta.

Pasados los días de luto el colegió intentó retomar sus actividades y tratar de llevar nuevamente su dinámica, y en esos días de transición finalmente la vi un día muy de cerca, y le pude ver a la chica de cabellos rojos la insignia del colegio donde estudiaba. Sin duda se trataba del Nstra Sra del Carmen, un colegio/liceo de chicas que se encontraba a 4 cuadras del Yverdón, el cual se caracterizaba porque era una institución llevada por religiosas. La verdad no conocía mucho la dinámica allí dentro pero si sabía que un estudiante de otra parte no podía meterse allí tan fácil, así que comencé a pensar más o menos como podría hacer para aunque sea poder acercarme un poco y tener la oportunidad de hablar con ella si el corazón y los nervios me lo permitían. Después de eso casi como ayudado por la suerte, comencé a ver más seguido pasar el carro de su padre así que ya pude darme cuenta cual era y por allí se me ocurrió algo.

 "¡Seamos realistas!", pensé que si me la encontraba de frente me iba a pasar básicamente lo que me pasaba siempre que la tenía cerca, y eso era que me pondría tan nervioso que no podría hablar, así que decidí sencillamente plasmar lo que pensaba en un papel y pedir permiso a la profesora para salir 15 minutos antes, y así ir personalmente al colegio donde estudiaba, buscar el carro y pegar la nota. Diseñado el plan lo puse en marcha y me acerqué hasta allá, entonces encontré el carro estacionado en la esquina y miré de lado a lado a ver si había alguien sospechoso cerca, pero no estaba nadie por allí así que saqué del bolso la carta y el teipe.  Cuando iba a pegar la carta me asomé por última vez por un lado del carro y pude ver que se acercaba la chica de cabellos rojos con su hermana, y un poquito más atrás su papá, ahí fue cuando me comenzó a dar algo y la carta se me cayó, cuando la recogí del piso el teipe se le pegó de lado a lado y como era una tira muy larga, se me terminó enredando en las manos.

Entonces escondido, con las manos y la carta enredadas en el teipe, lo que hice es que tal cual prisionero ocultando las esposas, me quité por encima el sueter y me lo dejé a la altura de las manos, y cuando ellas estaban cerca de la puerta, me pasé a la parte trasera del carro y seguí caminando de largo por el callejón todo nervioso. Creo que una de ellas me vio pero no me quise dar la vuelta para ver cual había sido así que sencillamente me fui sin éxito, pero luego se darán cuenta de que probablemente fue lo mejor que pudo pasar, prometo que voy a especificar por que lo digo.

Es así como finalmente se termina esta etapa de colegio, con una linda despedida en un parque realizando una actividad donde todos dicho en coloquial "soltamos el moco parejo". El Yverdón me ofreció cosas maravillosas de verdad como lo fueron mis primeras enseñanzas de vida, mis primeros conocimientos académicos, el valor de la amistad inocente, mi primer amor y mi primer rechazo, así como también le agradezco el hecho de haber conocido los oscuros sentimientos asociados a esto. Para finalizar con lo que a esta temporada refiere, cito las palabras de mi madre en una conversación que tuvimos en casa de mi abuela antes de finalizar las vacaciones, donde ella dijo algo como esto: "Hijo, de ahora en adelante ten en cuenta que las cosas van a ser muy diferentes. Va a ser un ambiente muy distinto y vas a vivir muchas experiencias nuevas, así como también vas a conocer a muchas personas y a unos los catalogarás como buenos y a otros como no tan buenos. Aquí es donde verás más de cerca lo que es crecer...". Y con estas palabras ya para finalizar, les diré que no se equivocó en lo más mínimo con eso que dijo.

(Si esto fuera una serie, así es como termina la primera temporada de esta historia)

Cap 8... Fin.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Ley de Shadow: Capítulo 7 - Aprendiendo a decir adiós.


Yverdón - 11 años.

La historia en lo que fue propiamente mi estadía en 5to grado resultó muy bonita dentro de todo por lo que fue una parte de la vida que había olvidado dentro del hecho de estar enamorado. Sin duda dedicaré lo que entiendo por este capítulo al hecho de hablar de forma un poco entrecortada de lo que fue la amistad de personas muy especiales con quienes tuve la dicha de compartir ese lindo año de infancia. Particularmente quisiera hablar de la historia de 2 chicas que fueron unas de las mejores amistades que con ilusión, picardía y mucho cariño pueda recordar. Me refiero puntualmente a Valentina y a Wendy.

Ya yo había hablado un poquito de ellas en capítulos anteriores adelantando que particularmente este año ellas sencillamente recorren camino hacia otros mundos, y es aquí donde nuestras historias dejan de caminar cerca para que cada quien pueda trazar su propia vida a la manera en la que el destino tocó su balada. Con respecto a Valentina yo de verdad que la recuerdo con mucho cariño. Mis memorias con ella datan desde primer grado y se puede decir que el recuerdo más antiguo que tengo fue cuando en una ocasión nos pusieron a los que teníamos mejor desempeño académico de ese grado en una especie de interrogatorio, donde si tan mal no está mi memoria nos preguntaron ¿Quién había descubierto América?, lo cierto es que el primero muy orgulloso contestó que había sido Simón Bolivar y como la profesora no nos decía si la cosa estaba bien o estaba mal, chamo tras chamo fueron diciendo que había sido el prócer de la patria el que hizo tal descubrimiento. Recuerdo que justo antes de preguntarme a mi, estaba justamente Valentina y le preguntaron a ella, y con mucho orgullo ella dijo: "¡No fue Simón Bolivar, fue Cristobal Colón!". Justo allí la profesora la hizo pasar al frente y la felicitó diciendole que había sido seleccionada para participar en los Craneotecas (una especie de juego que se hacía en el colegio donde se reunía a representantes de cada sección para que participaran en un concurso donde se medían conocimientos acorde al grado de instrucción del grado al que representaras). No recuerdo exactamente como fue que yo clasifiqué pero lo cierto es que fuimos un grupo que realmente dio la talla llegándole a ganar incluso a 5to y a 6to grado, pero justo contra estos últimos fue que jugamos la final y quedamos como campeones del Yverdón.

Ya que estoy contando un poco de eso, les puedo contar algo muy gracioso que tenía que ver con la última pregunta que nos hicieron para ganar. Recuerdo que era una pregunta de Cultura General y se nos preguntó si sabíamos que era un "Depredador". Los chicos y yo nos reunimos y resultó que nadie sabía, así que como más o menos tenía la idea y ninguno tenía la respuesta, yo les dije que respondería y tomé la palabra, entonces he dicho esto: "Profesora, un depredador es algo así como un monstruo con un traje de metal que en realidad es un extraterrestre, que cuando se quita la máscara se le ven los dientes y como 4 cosas en su cara verde. Este extraterrestre esta en la selva y mata gente". Recuerdo que la profesora se estaba riendo y me dijo que mi respuesta era incorrecta, aunque yo no estaba de acuerdo porque justamente el día anterior había visto la película y ahí salía Arnold Schwarzenegger (Jajajajajajaja). Aún así llevábamos como 15 puntos de ventaja así que terminamos ganando la final de los Craneotecas.


Desde ese momento puntualmente puedo decir que conozco a Valentina. Al principio la cosa era más como una sana competencia a ver quien llegaba más lejos, pero después fuimos hablando un poco más y compartiendo hasta que teníamos gustos muy afines. Recuerdo puntualmente que ella llevaba a clase un aparato que era el clásico juego de "Battleships" (Recuerdan: A3... agua!) y siempre nos poníamos en los recreos a jugar con eso, hasta me llegó a tener la confianza de prestármelo para llevarlo a mi casa de un día para otro y eso de verdad me hizo sentir muy bien porque ya sentía que había alguien que confiaba en mi a ese punto. Ya después Valentina y yo a veces hacíamos grupos de estudio y de juego, ahí fue donde yo ya sentía que confiaba en ella y fue cuando pude animarme a comentarle cosas porque aunque yo conocía a muchas personas no era muy dado a decir que tenía amigos, pero puedo decir que tenía un vínculo amistoso muy bonito con ella y así es como lo recuerdo. Ya en 4to grado para mi sorpresa, ella y la chica de cabellos rojos resultaron siendo muy amigas así que de gratis se puede decir que ella conocía las 2 partes de la historia, y a ella fue la persona a la que con propiedad le dije por primera vez que yo estaba formalmente enamorado de la chica pelirroja, no se si así fue como esta última lo supo de buena fe, pero me consta que Valentina nunca truncó las cosas ni sacó provecho de eso y por ello la respeté y la admiré mucho (Tal como hoy día lo sigo haciendo).

Por otro lado les hablo un poco de Wendy. Ella era una niña muy linda tanto físicamente como en cuanto a su forma de ser. Puntualmente la recuerdo desde tercer grado porque fue una de las pocas personas de una sección distinta a la cual estudiaba que se animó a conversar conmigo. Ya propiamente en cuarto grado si nos tocó estudiar juntos y era muy fino porque teníamos mucha afinidad. Con ella pasaba algo muy cómico y es que así como la chica de los cabellos rojos era muy popular, sé de algunos que estaban detrás de Wendy y a quienes les gustaba, pero ella se encargó de disfrutar mucho de lo que fue su niñez y compartió mucho con muchas personas sin ser prejuiciosa y sin mirar por encima de los hombros. Ella era muy cariñosa conmigo y fue una de las pocas con quien llegué a comunicarme telefónicamente por diversas razones, de hecho creo que eramos demasiado afines.

Cité a estas 2 personas porque una vez que la chica de los cabellos rojos se fue, ellas me apoyaron mucho para poder salir adelante en lo que fue asimilar su partida y su ausencia, pero aquí es donde cada una de ellas tiene que agarrar un camino diferente porque Valentína sencillamente un día nos comenta que se va a Miami por asuntos familiares y por otro lado aún cuando me había dicho que podía pasar, Wendy una tarde me llama por teléfono y sencillamente se despide de mi diciéndome que me va a extrañar mucho y que espera que algún día podamos volver a vernos. En realidad esas partidas me dolieron mucho y tradujo mi quinto grado en una experiencia muy plana después de esto, así que sencillamente digo que terminé quedándome con muchas preguntas y así fue como más o menos entendí lo que significan las despedidas de los seres queridos.

Y así como vino, terminó este quinto grado cargado de otra clase de experiencias. Pero no quería sencillamente despedirlo sin hacer referencia a estas 2 damas que no dudo hoy por hoy se han convertido en grandes personas y a las cuales sencillamente les deseo lo mejor cuanto esta vida pueda ofrecerles. Nos vemos entonces en sexto grado.

Cap 7... Fin.

martes, 16 de agosto de 2011

Ley de Shadow: Capítulo 6 - Confusión por un comentario



Yverdón - 11 años.

Después de los líos en los que me había metido en lo que fueron los 3 primeros meses de 5to grado ya como quien dice comenzaba a acostumbrarme a mi nueva cotidianidad. Dejando de lados los flashbacks y los encuentros fugaces con la chica de los cabellos rojos, ya de nuevo era Diciembre con lo cual se acercaba otro viaje a las tierras Colombianas. Como era de esperarse, es común que las personas cambien y allá no existía precisamente la excepción. Lo bueno de todo este asunto era que iba a ver de nuevo a mis tíos, amigos, familiares... en fin estaba donde realmente quería estar, pero en este preciso año, voy a comenzar a meter muy feo la pata con alguien muy especial para mi.

Eso de meter feo la pata lo digo porque con los eventos que vienen a lugar, creo que arruiné desde ese momento una de las relaciones amistosas más bonitas que tenía en ese lugar. A mi en cierta ocasión cuando estaba hablando con Claudia, recuerdo que ella me preguntó lo siguiente: Angel... ¿Qué imagen tiene tu de mi? y justamente antes de responderle, recuerdo haber visto a algunas personas que se acercaban a intervenir en la conversación (Quienes dentro de todo creo que fueron los que se encargaron de enredar más la cosa), en fin, yo no les había prestado mucha atención y le respondí a Claudia que ella era muy importante para mi ya que yo sentía algo muy especial hacia ella (que era lo que yo tenía entendido como amistad). Creo que solo bastó decir aquello en frente de 5 personas para que al día siguiente ya medio pueblo nos viera en el pensamiento a ella y a mi de besitos y agarrados de la mano caminando por las calles de aquél lugar.

Lo cierto es que por ahora, ella y yo aún manteníamos esa linda amistad que creo que cada día crecía un poquito más, y no solo con ella sino también con las personas de su casa porque sentía que me trataban de forma muy cordial (En realidad puedo decir que todo San Diego era extremadamente cordial con mi persona), recuerdo que durante mi estadía no pasaba un día en el que al menos no me acercara a saludar a las personas allí presentes independientemente de si Claudia estaba o no en aquella casa. La cosa es que por lo bonita y diferente que pudiera resultar la estadía, yo aún tenía a una sola persona en el pensamiento y era a la chica de los cabellos rojos, y aún cuando su vida y su presente eran un completo misterio para mi persona yo aún albergaba la esperanza de poder encontrarla en algún momento y plantarme frente a ella para poder decirle lo que por miedo no había podido, ahí fue donde comencé a entender más o menos de que se trataba el hecho de estar enamorado, porque aún cuando existiesen muchas personas en el mundo es como si uno tuviese frente a si mismo una imagen de esa persona a la que tanto quiere, y aún cuando su ausencia sea lo único real, no se si era el recuerdo o la ilusión pero esa imagen podía permanecer viva y acompañarte en cada uno de tus actos.

Supongo que aquí fue donde todo este gran rollo comenzó, en sí como quien dice "El mal ya estaba hecho" porque las amigas de Claudia y la gente adulta me comenzaban a decir "Eeeesoooooo Angel Eloy". Pero lo único que puedo decirles francamente a ustedes es que yo no sabía de que me hablaban o a que se referían con ese tipo de comentarios. Y así me tocó regresarme a Venezuela con la duda de qué era lo que podía estar ocurriendo.

Cap 6... Fin.