miércoles, 17 de agosto de 2011

Ley de Shadow: Capítulo 7 - Aprendiendo a decir adiós.


Yverdón - 11 años.

La historia en lo que fue propiamente mi estadía en 5to grado resultó muy bonita dentro de todo por lo que fue una parte de la vida que había olvidado dentro del hecho de estar enamorado. Sin duda dedicaré lo que entiendo por este capítulo al hecho de hablar de forma un poco entrecortada de lo que fue la amistad de personas muy especiales con quienes tuve la dicha de compartir ese lindo año de infancia. Particularmente quisiera hablar de la historia de 2 chicas que fueron unas de las mejores amistades que con ilusión, picardía y mucho cariño pueda recordar. Me refiero puntualmente a Valentina y a Wendy.

Ya yo había hablado un poquito de ellas en capítulos anteriores adelantando que particularmente este año ellas sencillamente recorren camino hacia otros mundos, y es aquí donde nuestras historias dejan de caminar cerca para que cada quien pueda trazar su propia vida a la manera en la que el destino tocó su balada. Con respecto a Valentina yo de verdad que la recuerdo con mucho cariño. Mis memorias con ella datan desde primer grado y se puede decir que el recuerdo más antiguo que tengo fue cuando en una ocasión nos pusieron a los que teníamos mejor desempeño académico de ese grado en una especie de interrogatorio, donde si tan mal no está mi memoria nos preguntaron ¿Quién había descubierto América?, lo cierto es que el primero muy orgulloso contestó que había sido Simón Bolivar y como la profesora no nos decía si la cosa estaba bien o estaba mal, chamo tras chamo fueron diciendo que había sido el prócer de la patria el que hizo tal descubrimiento. Recuerdo que justo antes de preguntarme a mi, estaba justamente Valentina y le preguntaron a ella, y con mucho orgullo ella dijo: "¡No fue Simón Bolivar, fue Cristobal Colón!". Justo allí la profesora la hizo pasar al frente y la felicitó diciendole que había sido seleccionada para participar en los Craneotecas (una especie de juego que se hacía en el colegio donde se reunía a representantes de cada sección para que participaran en un concurso donde se medían conocimientos acorde al grado de instrucción del grado al que representaras). No recuerdo exactamente como fue que yo clasifiqué pero lo cierto es que fuimos un grupo que realmente dio la talla llegándole a ganar incluso a 5to y a 6to grado, pero justo contra estos últimos fue que jugamos la final y quedamos como campeones del Yverdón.

Ya que estoy contando un poco de eso, les puedo contar algo muy gracioso que tenía que ver con la última pregunta que nos hicieron para ganar. Recuerdo que era una pregunta de Cultura General y se nos preguntó si sabíamos que era un "Depredador". Los chicos y yo nos reunimos y resultó que nadie sabía, así que como más o menos tenía la idea y ninguno tenía la respuesta, yo les dije que respondería y tomé la palabra, entonces he dicho esto: "Profesora, un depredador es algo así como un monstruo con un traje de metal que en realidad es un extraterrestre, que cuando se quita la máscara se le ven los dientes y como 4 cosas en su cara verde. Este extraterrestre esta en la selva y mata gente". Recuerdo que la profesora se estaba riendo y me dijo que mi respuesta era incorrecta, aunque yo no estaba de acuerdo porque justamente el día anterior había visto la película y ahí salía Arnold Schwarzenegger (Jajajajajajaja). Aún así llevábamos como 15 puntos de ventaja así que terminamos ganando la final de los Craneotecas.


Desde ese momento puntualmente puedo decir que conozco a Valentina. Al principio la cosa era más como una sana competencia a ver quien llegaba más lejos, pero después fuimos hablando un poco más y compartiendo hasta que teníamos gustos muy afines. Recuerdo puntualmente que ella llevaba a clase un aparato que era el clásico juego de "Battleships" (Recuerdan: A3... agua!) y siempre nos poníamos en los recreos a jugar con eso, hasta me llegó a tener la confianza de prestármelo para llevarlo a mi casa de un día para otro y eso de verdad me hizo sentir muy bien porque ya sentía que había alguien que confiaba en mi a ese punto. Ya después Valentina y yo a veces hacíamos grupos de estudio y de juego, ahí fue donde yo ya sentía que confiaba en ella y fue cuando pude animarme a comentarle cosas porque aunque yo conocía a muchas personas no era muy dado a decir que tenía amigos, pero puedo decir que tenía un vínculo amistoso muy bonito con ella y así es como lo recuerdo. Ya en 4to grado para mi sorpresa, ella y la chica de cabellos rojos resultaron siendo muy amigas así que de gratis se puede decir que ella conocía las 2 partes de la historia, y a ella fue la persona a la que con propiedad le dije por primera vez que yo estaba formalmente enamorado de la chica pelirroja, no se si así fue como esta última lo supo de buena fe, pero me consta que Valentina nunca truncó las cosas ni sacó provecho de eso y por ello la respeté y la admiré mucho (Tal como hoy día lo sigo haciendo).

Por otro lado les hablo un poco de Wendy. Ella era una niña muy linda tanto físicamente como en cuanto a su forma de ser. Puntualmente la recuerdo desde tercer grado porque fue una de las pocas personas de una sección distinta a la cual estudiaba que se animó a conversar conmigo. Ya propiamente en cuarto grado si nos tocó estudiar juntos y era muy fino porque teníamos mucha afinidad. Con ella pasaba algo muy cómico y es que así como la chica de los cabellos rojos era muy popular, sé de algunos que estaban detrás de Wendy y a quienes les gustaba, pero ella se encargó de disfrutar mucho de lo que fue su niñez y compartió mucho con muchas personas sin ser prejuiciosa y sin mirar por encima de los hombros. Ella era muy cariñosa conmigo y fue una de las pocas con quien llegué a comunicarme telefónicamente por diversas razones, de hecho creo que eramos demasiado afines.

Cité a estas 2 personas porque una vez que la chica de los cabellos rojos se fue, ellas me apoyaron mucho para poder salir adelante en lo que fue asimilar su partida y su ausencia, pero aquí es donde cada una de ellas tiene que agarrar un camino diferente porque Valentína sencillamente un día nos comenta que se va a Miami por asuntos familiares y por otro lado aún cuando me había dicho que podía pasar, Wendy una tarde me llama por teléfono y sencillamente se despide de mi diciéndome que me va a extrañar mucho y que espera que algún día podamos volver a vernos. En realidad esas partidas me dolieron mucho y tradujo mi quinto grado en una experiencia muy plana después de esto, así que sencillamente digo que terminé quedándome con muchas preguntas y así fue como más o menos entendí lo que significan las despedidas de los seres queridos.

Y así como vino, terminó este quinto grado cargado de otra clase de experiencias. Pero no quería sencillamente despedirlo sin hacer referencia a estas 2 damas que no dudo hoy por hoy se han convertido en grandes personas y a las cuales sencillamente les deseo lo mejor cuanto esta vida pueda ofrecerles. Nos vemos entonces en sexto grado.

Cap 7... Fin.

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