martes, 22 de enero de 2013

Crónicas de Shadow: Capítulo 16 - Mis pequeñas e incongruentes incoherencias de la infancia.

Fecha: 25/ Septiembre/ 2012



Originalmente quería hablar sobre un aspecto muy particular pero me di cuenta que así como tenía mis dudas e inquietudes con respecto a eso, dedicarle de lleno un capítulo resultaría muy corto para hablar puntualmente de dicho tema. Por ello decidí borrar todo lo que había escrito y dedicar un nuevo capítulo especialmente dedicado a "todo aquello incoherente que recuerde en este momento", es decir, quisiera hablar de aquellas cosas que he creído que ahora no es que suenen muy lógicas que digamos.

Así que esta será la mecánica: Yo iré lanzando las perlitas y les diré por qué pensaba que eso era más o menos así.

1) Las instituciones que ofrecen promociones creen en el fin del mundo: Ok esto va así... Mc Donalds, Wendy´s, Subway, Movilnet, Movistar, Digitel, Kellogs... entre otras más creen como lo dicen algunas religiones que el mundo se va a acabar en algún momento. Yo creía que eso era así porque yo veía en las distintas publicidades que se decía tal cual lo siguiente: "Promoción notificada al (INDEPABIS)... válida hasta (pon tú la fecha)... o hasta agotarse la existencia" ¿Lo ven?.

2) Las melodías mentales pueden ser escuchadas por otros: ¿Les ha pasado que a veces escuchan tanto una canción o les gusta tanto que no se la pueden sacar de la cabeza? bueno eso me pasaba cuando era chamo, así que recuerdo que como no lo podía controlar le decía a mi madre que tenía cierta melodía en la cabeza y acercaba su oído al mío con la esperanza de que ella escuchase lo que en mi mente estaba sonando. Después entendí que nuestros pensamientos son privados con esa expresión que dice "Eres dueño de lo que callas y piensas, pero esclavo de lo que dices y haces".


3) El sudor vale dinero: Como me lo repetían tanto, pensé que a las personas las sentaban en una silla, y solo cuando salieran gotas de sudor de la frente le iban a pagar su respectiva paca de billetes... Ahora que trabajo sé puntualmente que no es así como lo creía jejejejejeje.

4) El tiempo avanza mientras no lo veas: El día muchas veces se me hacía eterno. Recuerdo que me quedaba mirando largas horas por la ventana para ver como se oscurecía el panorama, pero esto solo pasaba cuando por un momento me distraía. Así que comencé a pensar que el paso del día se daba más rápido cuando no le prestabas atención (cosa que no es totalmente errada, pero vale aclarar que lo que está sujeto a cambios es la percepción con el paso del tiempo).

5) Fotos que parpadean: ¿Has tenido la sensación alguna vez de que personas retratadas en una fotografía pueden parpadear y/o hacer pequeños movimientos? Recuerdo que solía mirar mucho las fotografías a ver si lograba pillar una que otra reacción por parte de las personas allí presentes.



Y así... se me pueden ir ocurriendo muchísimas cosas, el caso es que la ingenuidad que nos caracteriza desde niños muchas veces nos permite dar respuesta a cosas que quizás, vistas a detalle parecen ser muy complejas. No todos vivimos las mismas cosas o tenemos la oportunidad de ser incentivados para dejar volar la imaginación y sencillamente generar respuestas, pero esto me reconcilia un poquito con la idea de lo bonito que resulta creer y descubrir, ser sanamente ingenuo y dejarse enseñar desde esas seguras experiencias... como una chica me lo dijo un día: "Tú aún conservas eso de niño en ti, como cuando un niño sirve agua fría en un vaso metálico y se impresiona al ver que este se empaña por fuera... y eso es bonito (cabe acotar que eso me lo dijo cuándo se tomó una pastilla anticonceptiva frente a mí y vio que me causó cierta impresión)".

No se si esta sea una buena conclusión para este capítulo, pero solo quiero resaltar que para mi es especialmente importante mantener vivo este sentimiento... puesto que de todas las cosas que me caracterizan en la adultez, esta es una de las que hace mi mundo más interesante cada día, y por demás para finalizar...



"... Sencillamente me hace feliz"

Cap 16... Fin.

P.D: ¿Qué es mayor que Dios, más maléfico que el mismo demonio? ¿Qué es lo que tienen los pobres y lo que les falta a los ricos? ¿Lo que piensan los muertos y lo que te quita el hambre sin comer?

Dicen que solo niños han dado con la respuesta fácilmente.

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